Hace tres meses, exactamente el 08 de Agosto, cuando se realizo el 2º Encuentro Empresarial de Mipymes de Los Ríos, planteé nuestras preocupaciones como sector, formulando críticas y soluciones. Lo más importante fue el destacar que durante el tiempo de bonanza económica del país, no se implementó una política clara, con bases sólidas de fortalecimiento para este sector. Reconocemos que si se han hecho esfuerzos, pero estos no han logrado engranar como un todo y formar el cimiento definitivo, que permita construir la base o piedra angular que sirva de referencia para encaminar a este sector hacia una verdadera alternativa de desarrollo económico, que procure mantener al país sin trastabillar ante lo que hoy es ya una delicada realidad económica, y como consecuencia serán nuevamente las EMT quienes pagarán las desastrosas consecuencias.
Asertivos, visionarios o cartománticos, el discurso de ese día una vez mas fue claro y certero, a nuestro juicio realista, producto que de verdad somos Microempresarios. Ya que sin ser pesimistas, nuestra experiencia empresarial arraigada en el emprendimiento y la innovación, nos permite olfatear que la tormenta está a la vuelta de la esquina, por lo que sólo nos resta hacer un llamando a tomar precauciones y capear el temporal usando todo nuestro conocimiento y audacia.
Lamentablemente hoy estamos en medio de tormenta y debemos de luchar para impedir que ésta no nos golpee tan fuerte, consciente eso si que sin lugar a dudas habrá un porcentaje importante de EMT que no pondrán soportarla. Aún así pienso que estamos a tiempo de tomar medidas profundas que ayuden a paliar esta complicada situación. Pienso que existe de sobra la capacidad humana en los equipos del Gobierno para generar un plan de contingencia, que sin lugar a dudas requerirá del apoyo de todos los sectores. En la medida que el Gobierno desarrolle una estrategia que enfoque sus esfuerzos en busca de sostener la estabilidad de este sector, a de contar con el consenso y apoyo de las EMT.
Sin embrago veo con desazón que aun el Gobierno no a tenido la sensibilidad para interpretar la verdadera necesidad en la que hoy se encuentra este sector. Para muestra un botón: quise comprobar en terreno lo que el Gobierno a planteado como su gran plan de ayuda para las Microempresas, me refiero a los ochocientos cincuenta millones de dólares que fueron entregados a través de CORFO y otros quinientos millones para ser entregados a través de los FACTORING no bancables. Lo primero fue recorrer seis Bancos en todos, la respuesta fue la misma, sino no tiene garantías no es posible ayudarle, ahora si tuviera GARANTIAS y tienen un DICOM, no es posible complacer su solicitud. Sorpresa mayúscula cuando los mismos ejecutivos o agentes de los Bancos, reconocen y hasta solidarizan con uno, comentando que lo que acaba de hacer el Gobierno es una medida populista ya que no tiene razón de ser que se ayude a aquellos que hoy tienen GARANTIAS y no están en DICOM, cuando se deja de lado al que verdaderamente esta necesitado. Ahora me pregunto ¿De qué sirve una medida que no tiene una clara intención de solucionar el problema de fondo?.
Segundo paso. Recorrí cinco FACTORING y llegué a la conclusión que esta alternativa aún peor, incluso rayando en la más grande usura legal, avalada por la falta absoluta de regulación y fiscalización de parte de la autoridad y que hoy se esta cometiendo en contra de el sector microempresarial. Una operación de $6.385.000 cancelada a 45 y 60 días, tiene un costo de operación e interés de $995.867. En definitiva estimado microempresario, le cobran 12% interés aproximado, esto refleja un 6% mensual y un 72% anual.
¿Hasta cuándo se abusará con el sector?, si lo que necesitamos es que se ayude de verdad y no se nos este engañando. ¿Por qué no garantizar los créditos CORFO con un % de garantía del estado, por qué no inyectar capital fresco a los Microempresarios y reprogramar su nueva deuda con dos años de gracia y diez años plazo para cancelar el total a una taza de interés decente?. Si a la banca se le entregó hace unos meses atrás 5.000 millones de dólares a un 3,2 %. Hoy en Chile existen 700 mil Pymes a las cuales, contando éstas últimas dos medidas, se le han pasado 1.600 millones de dólares. Si hacemos una simple operación dividiendo ese monto por la mitad de las Pymes o sea 350.000, cada una estaría recibiendo 2.286 dólares: saque su propia cuenta. Si a esto agregamos que muchos de ellos no tienen GARANTIAS y tienen DICOM, en efecto la ayuda no la reciben aquellas empresas que verdaderamente tienen el problema de liquidez.
Siento que no hay un claro interés de parte de las autoridades por el sector de las EMT. La sensación de vivir en un espacio comprimido me hace pensar en una autoridad ausente de una realidad que afecta a gran parte del mayor potencial que tiene este país para dar el gran salto hacia el desarrollo. Por otro lado se pide de parte de las autoridades, que las empresas colaboren y ayuden a enfrentar la crisis económica, cuidando mantener a sus trabajadores y no afectar al empleo, ya que el Gobierno esta haciendo un gran esfuerzo en esta materia. ¿De que esfuerzo me hablan?. Nada de lo que hoy se diga que se a hecho por las EMT a tenido efecto, disfrazando los discursos con el pretexto de hacer creer que se a estado por siempre preocupado por el sector, cuando en la realidad se a querido sacar un provecho político sin tener en cuenta la importancia de quienes hoy aportamos el 80% de los puestos de trabajo en el país.
Hoy ante la difícil situación vuelvo a reiterar al Gobierno; “Entre todos hemos construido un país formidablemente indómito, con una fortaleza democrática envidiada y deseada por muchos países del mundo. Tenemos una capacidad innovadora y un campo atestado de emprendedores, que solo esperan la gran oportunidad de convertirse en la columna vertebral que solidifique las bases económicas que nos permitirá avanzar hacia el definitivo desarrollo. El camino tiene que ser expedito y absolutamente viable, la ayuda tiene que estar enfocada hacia aquellos que verdaderamente lo necesitan y no para aquellos que sistemáticamente sean aprovechado durante mucho tiempo, poniendo en duda la efectiva fiscalización de las autoridades en esta materia”.
Creo que esta vez me equivoque microempresarios, no paga Moya, de nuevo pagan las Pymes.
José Santander, Presidente de
Acción Por el Trabajo AG de Valdivia.
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