¿Quién podría negar que Valdivia ya no es la misma que la de hace cinco o diez años? Sin dudas que nuestra ciudad ha cambiado sustancial y –a veces- traumáticamente.
El anhelo histórico de convertirse en capital regional demandó cambios a la estructura de la comuna la que, a la luz de los recientes eventos, no estaba lista para enfrentarlos.
Digámoslo de esta manera. Valdivia está recibiendo beneficios correspondientes a 50 kilos, pero estaba preparada para resistir sólo 15. Entonces, cualquier beneficio que sobrepase este límite, se transforma en un exceso que puede perjudicar la calidad de vida de sus habitantes.
Para nadie es un misterio que las calles de Valdivia están siendo colapsadas por un aumento del parque automotriz, que la demanda inmobiliaria aumentó y no hubo capacidad de respuesta por parte de las empresas. Además, se subieron los costos de compra o arriendo de casas y departamentos por sobre la media nacional, y para qué hablar de la falta de edificios donde instalar los servicios públicos regionales.
Pero lo que sorprendió a más de un valdiviano o valdiviana fue el anuncio de polución del aire de esta perla del sur. ¿Cuándo nos imaginaríamos que Valdivia, valuarte del buen aire, sufriría contaminación atmosférica?
La gran mayoría de nosotros todavía no dimensionamos lo que esto significa, pero esto es un aviso de que algo estamos haciendo mal en cuanto a cuidar nuestra calidad del aire.
La verdad, comenzar a buscar responsables de estas situaciones de nada sirve. Particularmente creo que desde el municipio podríamos haber hecho más por preparar a Valdivia para el desafío de ser Región. Tal vez nos faltó visión, generar ideas nuevas... tal vez.
Pero es el momento de llamar a todos y a todas a repensar a Valdivia. La contaminación del aire tiene freno, pero esta invitación esta dirigida a nuestras autoridades de gobierno, municipales, parlamentarias, a nuestra comunidad a ser proactivos y preocuparnos de verdad de estos temas, no como parte de un slogan, con acciones concretas.
Quisiera, en vísperas de una elección municipal, escuchar a los diversos candidatos y candidatas sobre qué hacer para recuperar la ciudad que nos enorgullece. Cómo hacer para equilibrar desarrollo y calidad de vida, cómo hemos de levantar nuevas estructuras respetando la historia y la arquitectura de la ciudad.
Es tiempo de propuestas y de ideas nuevas, porque las antiguas están en deuda. Hoy el problema de la contaminación del aire es urgente y si no hacemos algo con premura, nuestros hijos nos reprocharán con fuerza diciéndonos que: no fueron capaces de cuidar a "Santa Maria la Blanca de Valdivia, la ciudad que desde 1552 es la más linda de Chile"... y sólo nos dejaron un slogan.
Marcos Ilabaca
Concejal comuna de Valdivia
INSTAURACION DEL DIA NACIONAL DE LAS REGIONES
Hace 15 años
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